Una verja verde, una calle estrecha, tranquila y empinada, apartada del centro urbano, situada en un barrio residencial de Toulouse poblado de modestas casas unifamiliares de los años setenta. Este lugar idílico se ha convertido esta mañana en el escenario de un crimen que dejará una huella profunda en Francia. Un individuo ha llegado poco después de las 8.00 horas montado en una motocicleta Yamaha, y sin mediar palabra ha abierto fuego de forma indiscriminada y desde muy corta distancia contra los alumnos, padres y profesores del colegio judío Ozar Hatorah que esperaban junto a la verja la hora de entrar a clase.
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