¿Es cierto aquello de que la
primavera, la sangre altera, y que el frío nos lleva a buscar calor en
otros cuerpos? Pues parece ser que sí, tal y como defiende un reciente
estudio realizado por los profesores de psicología Patrick M. Markey y
Charlotte N. Markey de la Universidad de Villanova, en Filadelfia
(Pensilvania), y que será publicado en un próximo número del Archives of Sexual Behavior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario