Conmoción se generó en la calle Palmira de la comunidad de Campo
Alegre, cuando a eso de las 8:00 de la mañana de este sábado, la
detonación de un arma de fuego, seguida por el llanto de una niña, acabó
con el silencio propio de las mañanas de un pequeño vecindario
improvisado en el patio de la casa marcada con el número 25, donde
varias familias viven alquiladas.
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