Para
los delincuentes que sometieron, ataron, asesinaron y enterraron en una
fosa de metro y medio en una quebrada cerca de los talleres centrales
del Metro de Maracaibo, al estudiante Ángel David Ibáñez, los sabuesos
del Eje de Investigaciones de Homicidios del CICPC-Zulia, fueron un
torbellino que alcanzó cada una de sus huellas hasta dar sus paraderos.
Por un teléfono celular le quitaron la vida a Ángel David Ibañez Pérez (23), le reveló a NAD una fuente
vinculada a las investigaciones y agregó además que el caso fue
resuelto en cuestiones de horas porque el propio jefe de ese despacho de
homicidios, inspector Willmer Rodríguez, se sumó a las pesquisas.
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