Los últimos datos de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU han revelado que el pasado mes de enero fue el más caluroso desde que existen mediciones en el océano Ártico. Después de que 2015 batiera todos los registros térmicos, el pasado mes confirma el imparable calentamiento global. Una situación que alarma a los científicos.
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