El peor y más triste de los escenarios llegó al Hipódromo de Santa
Rita. Tras casi mes y medio de cierre por los sicariatos, la inseguridad
y desidia que giró en torno al óvalo zuliano por las apuestas ilegales,
ayer se conoció que 56 caballos murieron de hambre y por falta de
insumos para su cuidado.
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