Su estampa era impactante. Su cuerpo le daba la razón cuando se hacía llamar “La Sirena”. Altiva y segura, decía que Dios la había castigado con tanta belleza, una belleza que a simple vista parecía ser perfecta. Su sensualidad y su atrevimiento no tenían límites, y eso la llevó a ser la transexual más reconocida de Maracaibo y una de las más solicitadas en Venezuela. El mundo LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) está impactado luego de su muerte, el pasado lunes en la ciudad de Miami.
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