Dylan Gerzmehlem es un chico alemán de 10 años que está en estado
vegetativo desde que nació. Sin embargo, desde hace seis años tiene un
compañero muy especial: la perra Tascha. Permanece horas tendida junto
al niño y, en esos ratos, las máquinas que monitorean su respiración y
su corazón reflejan mejorías en la salud del pequeño. Pero quizá esta
relación tenga los días contados, pese a que tanto la familia como los
doctores creen que el vínculo entre el animal y el pequeño nunca podrá
romperse.
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