Por su trabajo en cañerías y bajo
tierra, Tony Smith estaba acostumbrado a ver ratas cada día. Ninguna lo
sorprendía demasiado, ni le llamaba la atención. Sin embargo, el pasado
martes, mientras realizaba tareas de gas en el norte de Londres, vio que
algo se movía y se detuvo a observar. Y no pudo creerlo.
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